Tras largos años de dominio blanco en donde todas las finales solían decantarse del lado del Real Madrid, ayer vimos como cambiaban las tornas.
Durante estos años el Madrid desarrolló un sistema de juego y un núcleo como equipo en donde las victorias venían casi seguras temporada tras temporada. Pues bien, este año esta siendo distinto, las duras bajas sufridas ya sea por la marca del Facu a la NBA, o por ejemplo la lesión de Randolph, han ocasionado que el Real Madrid este falto de efectivos seguros en los momentos importantes.
Por el otro lado, llegaba a esta final un Barcelona muy reforzado, con fichajes como Calathes, un gran base NBA, o varios de los mejores jugadores de Europa como Hanga o Higgins, además de estar entrenados por Jasikevicius, un ex jugadorazo que además se está dejando ver como un futuro entrenador de los mejores de Europa. Un autentico equipazo.
Esto se vio claramente reflejado durante toda la final, un constante dominio blaugrana, donde rara vez la diferencia bajaba de los 10 puntos y donde un Madrid mermado no tuvo su mejor día, por ejemplo Carrol, uno de los mejores tiradores de Europa, acabó el partido con 0 puntos y un 0 de 8 en triples.
Por lo tanto, el Barcelona es justo ganador, gracias a un proyecto que si consiguen mantener la química del equipo podría durar muchos años más.